Mamama pisa huevos usando un kimono, tiene patas de catre es la autora del moretón, en sus atriles vuelan cardenales, algunos se quedan ahí en sus pinturas... esos cardenales tienen unos ojos, parece como si estuvieran drogados
Un día me regaló la canción del kakuy por teléfono.
Otro día se sentó atrás de la puerta del baño, escuchándome cantar el durazno lleno de miel, me dijo que mi voz era antigua, como de gitana, a través de la puerta
Ella sabe que yo sé, ella sabía que yo sabía algo. Sé que ella también lo sabía. Por eso compartimos el sonido de nuestro nombre, y la dirección de la sangre; incluso hoy, que ella ya está en la otra dimensión
Mamama es una mujer que no tiene por lo tanto no da explicaciones
A veces vuelve, me visita volando al raz del piso, en vez de caminar, con una túnica blanca. Y pienso que ese es su estado natural, como a cinco sentímetros del piso, descalza, con cara de circunstancia, no habla ni me mira porque está muy ocupada no sé en qué
Unos días antes de que la vida se le fuera, unos días antes de que se convirtiera en mariposa, la coroné. Casi a último momento, uno de los últimos respiros, y así se fue, la Reina del Silencio, una corona de cuentos, cuerdas de guitarra, unas flores doradas, dejando una estela de misterio y de pájaros.
